martes, 22 de diciembre de 2009

Frases de mis pacientes

las mayusculas reemplazan a los acentos, que no existen.


"Me enamorE de la persona, no del C.V"

"SI. El me ayuda a mirar el lado copado del vaso"

"Me quedO algo en la herida"

"No le gusta mi cosa dark. A mI tampoco. Quiero cambiar"

"Esta relaciOn me encanta. Siento que nos recibimos al mismo tiempo"

"Yo tenIa puesta una bombachita re linda, pero me sentIa una tarada"

"Finalmente, una quiere cosas simples. Quiere ser feliz"


Me encanta esta profesiOn, realmente. La mente humana es un terreno tan interesante, tan intricado, tan dinAmico. Me encuentro con casos muy especiales... La dark, el punk, la oficinista, el artista, la contadora...todos quieren lo mismo: ser felices. Y , modestamente, creo que los estoy ayudando a encontrar esa felicidad que necesitan. Y ojalA que asI sea.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Hola, tanto tiempo!


Buenos dias... tanto tiempo. Perdon por la desaparicion de los acentos y por la mia propia. Estuve con muchisimo trabajo, viajando por Europa, dictando seminarios, conferencias, entre otras actividades enriquecedoras.
Pero he vuelto.
Les dedico una de mis mejores sonrisas. Que tengan un buen dia!

sábado, 16 de mayo de 2009

Jean-Martin Charcot


Jean-Martin Charcot, (París 1825- Montsauche-les-Settons 1893), neurólogo francés, profesor de anatomía patológica, titular de la cátedra de enfermedades del sistema nervioso, miembro de la Académie de médecine (1873) y de la Académie des Sciences (1883). Fundador junto a Guillaume Duchenne de la neurología moderna y uno de los más grandes médicos franceses.


Charcot dirige la medicina mental por vías originales y fecundas. Pone en evidencia la relación existente entre las lesiones de ciertas partes del cerebro y la afectación de las habilidades motrices. Es el precursor de la psicopatología. Fundador de la escuela de neurología del Hôpital de la Salpêtrière, donde también imparte clases, con lecciones célebres de las que recoge una muestra importante en su obra en tres volúmenes Leçons sur les maladies du système nerveux faites à la Salpêtrière que fueron publicadas entre 1885 y 1887. Freud fue uno de sus alumnos, así como Joseph Babinski, Gilles de la Tourette y Gilbert Ballet. Médicos de muchos países acudieron a trabajar con él y recibir sus lecciones. Fueron relevantes sus investigaciones sobre la histeria.
Jean-Martin Charcot padecía una insuficiencia coronaria severa de carácter crónico y murió de un
infarto de miocardio. Según otra versión habría muerto de un edema pulmonar.
Su hijo
Jean-Baptiste Charcot (1867-1936), que también era médico, participó y dirigió varias campañas de exploración y de investigación oceanográfica en las regiones polares. Jean-Baptiste Charcot moriría en el mar a bordo del "Pourquoi-Pas ? IV".

jueves, 5 de febrero de 2009

Aprendiendo de Chiquita. Hoy: Exhibicionismo



En sentido amplio el exhibicionismo (del latín exhibere, "mostrar") es la inclinación de un individuo a exponerse en público de forma espontánea y excesiva, sin ajustarse a las normas sociales. Dicha inclinación implica también el continuo hablar de convicciones, sentimientos, capacidades, aversiones o gustos, sin invitación previa para ello. Mostrarse de forma ostentosa puede ser también una forma de exhibicionismo.

En sentido estricto, el exhibicionismo es el gusto del individuo por desnudar y mostrar los órganos genitales de forma impulsiva y gratuita. En la psicología moderna, el exhibicionismo durante la infancia o pubertad no es considerado una enfermedad. Sin embargo existe una seria discusión sobre si considerarlo una enfermedad en personas adultas. Hasta hace algunos años se ha clasificado al exhibicionismo casi siempre como una "perversión psicosexual", a partir de esta denominación surge la pregunta de si el término "perversión" indica una enfermedad o si se trata simplemente de una preferencia sexual de una minoría. En todo caso, el término "perversión" ya no es aplicable si hablamos del exhibicionismo como un aspecto que enriquece y forma parte normal de la vida sexual del individuo.

Muchos sugieren que los criterios para considerar al exhibicionismo una patología no dependen directamente del gusto general por exhibir los genitales, sino más bien de la medida en que este fenómeno afecta a algunos aspectos de la vida normal del individuo, como por ejemplo la autoaceptación o el apartamiento de la sociedad.

Algunos autores creen que las causas del exhibicionismo se basan en un desarrollo psicosexual que no ha evolucionado, que se ha detenido en una etapa inmadura porque el individuo sufre de sentimientos de inferioridad y de trastornos de relación. Según el psicoanálisis, en el individuo exhibicionista existe una pulsión pregenital (véase Fase genital). Otros sostienen que el efecto más bien es contrario: El exhibicionista sufre de estos sentimientos de inferioridad debido a una moral social que lo juzga como "perverso". Al igual que con la homosexualidad, las causas psicoanalíticas del exhibicionismo son muy difíciles de aclarar y generalmente no son de ayuda para un tratamiento.

Prescindiendo de la “agresión ética”, los exhibicionistas no constituyen, por regla general, ninguna amenaza; por el contrario, la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga cuando su oferta es correspondida. En algunos países el exhibicionismo es considerado un delito contra la libertad sexual. Cabe preguntarse si esto no limita la libertad sexual del exhibicionista, si podemos considerar al exhibicionismo como una "opción sexual".

Según sostienen muchos investigadores modernos, un "tratamiento" del exhibicionista debe tener como fin quitar el sentimiento de culpa característico luego del acto exhibicionista. Se trata de eliminar complejos de inferioridad causados por un excesivo juicio social, y no de quitar el gusto por la exhibición de los genitales (esto sería comparable con tratar de quitarle a un homosexual la atracción por gente del mismo sexo). Lograr controlar la exhibición como acto impulsivo para convertirlo en un enriquecimiento de la vida sexual (exhibirse con el previo consentimiento del expectador) es la meta más razonable que un exhibicionista puede fijarse. En algunos exhibicionistas, el deseo de mostrarse se acentúa cuando no existe una actividad sexual (coito) regularmente. Así mismo, pueden existir grandes lapsos de tiempo en que éste no necesite exhibirse, que en muchos casos se deben a que el exhibicionista mantiene relaciones sexuales con regularidad. Otro factor regula la frecuencia del deseo exhibicionista es la presencia de episodios depresivos. Está claro que una vida con actividades diversas tanto el lo laboral como en lo privado permite incorporar al exibicionismo como una faceta más de la que no hay por qué avergonzarse.

En el campo social, se debe lograr redefinir la expresión, que de una "patología" pase a convertirse en una opción sexual. Algunos deducen que el carácter impulsivo del acto exhibicionista puede ser una consecuencia de la represión causada por el juicio de la sociedad. Muchos exhibicionistas se encierran y ocultan su condición incluso a sus seres más cercanos. Parece coherente que debido este encierre y represión puedan presentarse luego conflictos de personalidad, inseguridad, depresiones, compulsiones. Se forma así un círculo vicioso. Por este motivo se recomienda hablar abiertamente sobre la condición exhibicionista, y que este deje de ser un tema tabú en la sociedad.

Lamentablemente existen grandes vacíos tanto en el campo legal como en la investigación psicológica/estadística.

En algunos países, donde el exhibicionismo es penado, existen ya algunos grupos de apoyo y autoayuda que dirigen los mismos exhibicionistas. Ellos trabajan también en la difusión de información científica para los implicados y la sociedad en general (por ejemplo para desmitificar al exhibicionista como potencial delincuente sexual). También asisten con consejo legal para exhibicionistas en proceso. Un objetivo de estos grupos, a largo plazo, consiste en lograr despenalizar ciertos tipos de exhibicionismo.

La tendencia mundial es a la aceptación del desnudo. Ya casi en todas las playas el uso de tanga o el topless son admitidos. En Barcelona no es delito andar desnudo en la calle. Los grupos masculinistas se han quejado de la existencia de un sesgo de género, según el cual el exhibicionismo masculino se ve como un "crimen" y el femenino como un "derecho".

lunes, 2 de febrero de 2009

Sadomasoquismo



Sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo.

El sadismo es la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las parafilias que se engloban bajo el acrónimo BDSM. En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones de la justicia. Estamos, pues, ante una polisemia con matices de significado netamente diferenciados.

El término sadismo deriva del Marqués de Sade, escritor y filósofo francés autor de numerosas obras donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.

Su antónimo y complemento potencial es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o no sexual. La característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia, esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados.

Sadismo

El sadismo es una característica de la naturaleza humana, difícil de identificar en otras especies, ampliamente documentada desde los orígenes de la especie mediante hallazgos antropológicos y obras históricas. Los actos de crueldad elaborada, excesiva o gratuita contra animales, personas y colectivos constituyen una constante en el desarrollo de la humanidad, frecuentemente justificados como exigencias de mantenimiento de la disciplina, del orden familiar, del orden social, del orden divino, de necesidades de sometimiento, ejemplarización o retribución, y consecuencia de los actos de guerra. Muchas sociedades han llegado a transformar algunos de estos actos de crueldad en festejos colectivos, como es el caso de la tauromaquia, el circo romano o la tortura y ejecución públicas de los condenados.

La realización de algunos de estos actos de crueldad constituye mandato divino en la mayoría de religiones, si bien en algunas ocasiones estas mismas religiones actuaban de limitadores de los mismos.

Por lo común, tales actos de crueldad se han considerado malignos cuando se realizan por razones exclusivamente personales y privadas, al margen de estos mecanismos de socialización o sacralización. Por ello, resulta complejo separar la crueldad y el sadismo de sus justificaciones sociales en tiempos anteriores a la Edad Moderna, y sólo nos han llegado noticias de sádicos históricos cuando el uso privado o el nivel y grado de elaboración de la crueldad llamaron la atención de sus contemporáneos. Este es el caso de personajes como Calígula, Tiberio, Gilles de Rais, Vlad Tepes, Murad IV, Isabel Báthory o Catalina la Grande. En general, la crueldad es indistinguible del ejercicio del poder familiar o social hasta la llegada del humanismo renacentista y la plasmación final de la singularidad individual en las declaraciones de derechos de la Edad Moderna; por tanto, resulta imposible hasta este momento diferenciar claramente el disfrute personal de la crueldad de los ejercicios de crueldad colectiva. Y quienes comenzaron a hacerlo, fueron rápidamente caracterizados como pervertidos o psicópatas.

Masoquismo

La observación histórica y antropológica del masoquismo resulta aún más oscura. En el periodo premoderno, el masoquismo quedó enmascarado por el hecho de que el comportamiento óptimo de todo súbdito —a diferencia del ciudadano— es análogo al de un esclavo masoquista: reconocimiento de la autoridad y de la sujeción a la misma, obediencia sin paliativos, aceptación activa del orden impuesto y de los métodos de castigo utilizados para mantenerlo, cooperación en los mecanismos represivos, etcétera. Tal comportamiento fue reforzado especialmente en las mujeres durante todo el periodo patriarcal.

Adicionalmente, en tiempos de gran crueldad y brutalidad, no resultaba difícil provocar situaciones que se resolvieran mediante la aplicación de control y dolor fácilmente predecibles en intensidad y alcance por el contexto cultural.

Este enmascaramiento dificulta enormemente la identificación de masoquistas conocidos en la historia, y obliga a deducir su existencia de sus acciones, lo que siempre resulta discutible. Este sería el caso de algunos mártires y también de ciertos líderes, que buscaron activamente su propia destrucción aunque las circunstancias no lo exigieran. También se trasluce en algunos personajes literarios, como el caballero Lancelot de las leyendas artúricas.

En todo caso, el masoquismo es también una característica de la naturaleza humana que no se halla en otras especies. Son incontables las personas que buscan y mantienen situaciones en las que resultarán dañadas, humilladas, castigadas e incluso torturadas o destruidas. Hay quien afirma que las sociedades organizadas serían imposibles sin estos rasgos masoquistas en una mayoría de la población.

El masoquismo parece hallar su satisfacción en:

  • Las sensaciones de orden, control y predecibilidad de los acontecimientos, contra los impulsos propios y ajenos de naturaleza caótica.
  • El abandono temporal o permanente de las propias responsabilidades, sobre todo cuando éstas resultan muy agobiantes, retornando a un estado "infantil" más libre dentro de su dependencia de otros.
  • Ocasionalmente, reproducción y liberación de experiencias infantiles traumáticas, lo que refuerza el elemento anterior.
  • El alivio de las sensaciones de culpa a través del castigo, que refuerza los dos elementos anteriores, en caso de darse.
  • El efecto enteogénico y ansiolítico de las endorfinas, potentes opiáceos naturales segregados por el cerebro como respuesta al dolor y el miedo, así como de otros mecanismos analgésicos endógenos.
  • Los factores de intensa excitación sexual vinculados a estas actividades.
  • En algunos casos, la reivindicación del propio ser desde un papel de víctima sacrificada o dispuesta.

Cuando el masoquismo busca la propia destrucción, rechazo o abandono, suele considerarse un indicio de patología mental o de tendencias suicidas. En cambio, cuando busca la propia realización a manos de una persona con la que se mantiene un vínculo emocional, constituye una manifestación de la afectividad del tipo del BDSM.

La investigación científica ha revelado que podría existir un tipo particular de masoquistas por razones exclusivamente fisiológicas, debido a un error de transcripción del gen SCN9A, que codifica el canal de ión sodio Nav1.7 utilizado por el organismo para el control del dolor. Estos masoquistas tendrían interés únicamente en la experiencia del dolor (algolagnia), sin los factores psicológicos, aunque se cree que su propio desarrollo personal les conduce a distintas manifestaciones del sadomasoquismo.

Uno de los masoquistas más conocidos de la historia fue el militar, aventurero y arqueólogo inglés Lawrence de Arabia.

Switchs

Una característica que diferencia a sádicos y masoquistas del conjunto de la comunidad BDSM es su propensión más frecuente a intercambiar los roles ("switch" o "conmutador"), lo que ya observó Krafft-Ebing en un buen número de sus famosos casos. Freud profundizó en ese concepto, afirmando que el masoquismo masculino no es sino una transformación del sadismo.

Se observa, de la experiencia, que un elevado porcentaje de personas dispuestas a tomar parte en prácticas sadomasoquistas de alto nivel pueden hacerlo desde cualquiera de los dos papeles, lo que resulta menos frecuente en las personas interesadas primordialmente en las relaciones de dominación/sumisión sin un intenso componente sadomasoquista.

Se ha documentado que los sádicos patológicos, en entornos psiquiátricos y penitenciarios, son extremadamente proclives a adoptar roles masoquistas e incluso buscarlos activamente. Serían, pues, "sádico-masoquistas" que sólo llaman la atención de la sociedad y las autoridades por sus actividades sádicas, pero en quienes las masoquistas están igualmente presentes.

Evolución de las percepciones sobre sadismo y masoquismo

Pervertidos

La práctica de actos sadomasoquistas consensuados individuales o grupales aparece esporádicamente en la historia desde la Antigüedad. Ya en el Siglo IX a. C. existen referencias de flagelaciones en el culto a la diosa Artemisa (Arthemis Orthia). La Tomba della Fustigazione (periodo etrusco, siglo VI a. C.) contiene la pintura de dos hombres azotando a una mujer en un contexto inequívocamente sexual. El conocido Kama Sutra (India, siglo IV a. C.) describe diversas formas de relaciones sadomasoquistas, y diversos poetas romanos como Juvenal o Petronio hablan de personas atadas y azotadas por razones eróticas. Las orgías de los cultos mistéricos extendidos por el Mediterráneo oriental desde el Neolítico incorporaban sangrientos rituales netamente sádicos y masoquistas.

Sin embargo, el surgimiento del sadomasoquismo como actividad sexual diferenciada se manifiesta con los avances propios de la Edad Moderna mencionados anteriormente. El ser humano, convertido en individuo y ciudadano, da rienda suelta a sus pasiones privadas en un contexto igualmente privado. La novela Fanny Hill, de 1740, describe claramente una escena de flagelación sexual. En 1769 hay ya numerosos informes de prostíbulos especializados en prácticas sadomasoquistas de todo tipo. Por la misma época, el Marqués de Sade comenzaba a meterse en los problemas político-sexuales que le costarían muchos años de prisión.

Donatien Alphonse François de Sade, conocido mejor como el Marqués de Sade (1740-1814), fue un personaje aristócrata convertido en revolucionario, filósofo, político, escritor, pensador y practicante del sadomasoquismo. Estuvo preso un total de 32 años por diversos motivos, y murió en el manicomio de Charenton. Resulta complejo determinar si se trataba de un liberal extremo o de uno de los primeros anarquistas; en todo caso, fue un materialista ateo partidario de la utopía. En 1785, estando preso en la Bastilla, escribió Los 120 días de Sodoma, donde un asesino sádico acaba atrozmente con la vida de 46 adolescentes mientras escucha los relatos de varias prostitutas. Este libro no fue publicado sino hasta 1905, con lo que permaneció desconocido en su época.

Sin embargo, en 1787, estando aún preso, redactó Justine o los infortunios de la virtud, que se considera el primer libro sadomasoquista de todos los tiempos. Relata la vida de una infortunada huérfana entre los 12 y los 26 años, sometida a todo tipo de perversiones, tormentos y abusos. No se trata de una obra meramente erótica: presenta un fuerte contenido político-moral, reforzado mediante una inversión radical de la justicia poética de todos sus antecesores, donde la virtuosa Justine es castigada por todos los grupos sociales y condenada a una existencia misérrima e impotente; mientras que su hermana Juliette, más lasciva y corrupta, triunfa y asciende rápidamente en la escala social, lo que le permite hacer el bien como Madame de Lorsagne. En 1795, su Filosofía en el tocador transformaría la sexualidad sadomasoquista en un arma de liberación política, y viceversa.

Otras obras destacadas del Marqués de Sade son Juliette o el vicio recompensado (1797), que abunda en la personalidad de la hermana de Justine; Aline y Valcour; Los crímenes del amor, y muchas más, algunas de las cuales fueron destruidas por sus familiares con posterioridad.

Sade, conocido como el Divino Marqués, se convirtió en un personaje controvertido e inmensamente popular. Sus libros se tradujeron a numerosos idiomas y fueron leídos por millones de personas, hasta la actualidad. Sin embargo, muchos practicantes contemporáneos del BDSM encuentran estas obras tremendamente incómodas, pues apenas hay consenso en sus relatos. Las víctimas son sometidas por la fuerza, raptadas contra su voluntad, violadas, torturadas y frecuentemente asesinadas; y, por supuesto, la mayoría son menores de edad, cosa a la que no daban mucha importancia en aquellos tiempos. Tan sólo Filosofía en el tocador presenta una cara algo más amable. El erotismo de Sade es el erotismo de un asesino o un agresor sexual muy sofisticado, no el de un correcto practicante de BDSM en el siglo XXI.

Psicópatas

Naturalmente, la presencia de agresores sexuales es también una constante histórica. Por el contrario, el asesino sádico privado no aparece documentado en la historia hasta finales de la Edad Media y no se generaliza hasta el siglo XIX. Resulta imposible determinar si es un fenómeno genuinamente novedoso, o si este tipo de delincuentes permanecían disimulados por las estructuras sociales, culturales y políticas anteriores o bajo coberturas mitológicas como las leyendas de los vampiros y hombres lobo. En todo caso, los primeros asesinos sádicos conocidos son el francés Eusebius Pieydagnelle (6 víctimas, años 1870), el famoso londinense Jack el Destripador (al menos 5 víctimas, 1888), Joseph Vacher (Francia, 1898, 11 víctimas) y H. H. Holmes (Estados Unidos, 1896, 27 víctimas).

Ya en 1843 un médico húngaro, Heinrich Kaan, había publicado un libro titulado Psychopathia sexualis (Psicopatía del Sexo), donde transformaba los pecados del cristianismo en enfermedades mentales. Así, términos morales como "perversión", "aberración" y "desviación" pasaron al vocabulario clínico durante más de un siglo. En 1890, el psiquiatra y forense alemán Richard Freiherr von Krafft-Ebing publicó Neue Forschungen auf dem Gebiet der Psychopathia sexualis ("Nueva investigación sobre la Psicopatía del Sexo"), el primer tratado clínico completo sobre las alteraciones de la sexualidad. Para Krafft-Ebing, toda manifestación sexual que no condujera a la reproducción era anómala, y el sadomasoquismo caía plenamente en este concepto. Fue él quien acuñó los términos sadismo, por el Marqués de Sade, y masoquismo, por la obra La Venus de las pieles de su contemporáneo Leopold Von Sacher-Masoch; en ella, un hombre resulta sometido a manos de una mujer.

El psicoanálisis

Poco después, en 1905, el famoso psicoanalista Sigmund Freud establecería una hipótesis psicoanalítica sobre el sadismo y el masoquismo, en Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie (Tres escritos sobre la teoría sexual), donde formula la tesis de que "la excitación sexual se genera como efecto colateral, a raíz de una serie de procesos internos, para lo cual basta que la intensidad rebase ciertos límites cuantitativos". Así, la excitación propia del dolor producido en el cuerpo, en tanto cumple con tal condición, equivaldría a una excitación sexual de este tipo, concebida como un mecanismo fisiológico que tiene lugar en la infancia, y sólo ocasionalmente se prolonga más allá de ésta. Más tarde, el psicoanalista Isidor Isaak Sadger usaría por primera vez el término "sadomasoquismo", en 1913.

En el año 1924, Freud publica un estudio sobre masoquismo «Das ökonomishe Problem des Masochismus», donde recopila su experiencia en el tratamiento psicoanalítico de personas aquejadas del padecimiento vinculado al mismo.

Menciona que le fueron hallables tres formas de masoquismo que califica como masoquismo erógeno, masoquismo femenino y masoquismo moral, siendo el primero de ellos, según él, el fundamento de las otras dos formas.

En su estudio se mencionan, en lo concerniente al masoquismo femenino, solo unos casos en los que se trató de pacientes varones. Dentro de esta forma distingue, por otra parte, entre aquellos sujetos que llevaban a cabo «escenificaciones» masoquistas y los que se contentaban obteniendo la satisfacción que les procuraba el sólo fantasearlas. Según el estudio, ambas, las escenificaciones reales y las fantaseadas, se correspondían punto por punto. Su contenido «manifiesto» era idéntico: "ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, sometido a obediencia incondicional, ensuciado, denigrado" [1]

Freud asegura que en todos los casos puede hallarse que la persona es colocada en una "situación característica de la feminidad, vale decir, ser castrado, ser poseído sexualmente o parir". Si bien, aclara, ocasionalmente "la castración o el dejar ciego, que lo subroga, ha impreso a menudo su huella negativa en las fantasías: la condición de que a los genitales o los ojos, justamente, no les pase nada".[2]

Por otra parte, el autor destaca que dicha forma de masoquismo se basa en el erógeno, que también califica de primario, y lo vincula a la actividad de cierta pulsión que denomina pulsión de muerte o pulsión de destrucción. Una parte de la cual sería puesta al servicio de lo que se conoce como sadismo, quedando otro sector como un remanente donde discierne el «masoquismo erógeno primario». De este modo, la pulsión de destrucción se desdoblaría en un fragmento reconducido sobre los objetos y otro que encuentra su objeto en el propio sujeto. De éste distingue, a su vez, el masoquismo secundario, correspondiente a una reintroyección de el sadismo.

En cuanto a la tercera forma, el masoquismo moral, allí no es tan evidente su vínculo con la sexualidad. En particular, desaparece la condición que parecía general de todo padecer masoquista de provenir de la persona amada. Lo que parece, más bien, es que "el padecer es lo que importa, no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente".

Destaca además algunos casos en los que le fue dado encontrarse con una suerte de «sentimiento de culpa incosciente» que se exterioriza en una extraña satisfacción obtenida de las resistencias hacia el restablecimiento, vinculada a la «reaccción terapéutica negativa». En relación a este punto, manifiesta además que en algunos casos de neurosis graves, refractarias al tratamiento psicoanalítico, los síntomas desaparecen ante circunstancias tales como un matrimonio desdichado, la pérdida de la fortuna económica, una grave enfermedad orgánica. Aparentemente, un padecimiento ha venido en sustitución de otro, tomando su relevo.

En cuanto a la explicación de semejantes fenómenos clínicos, Freud vincula la «conciencia inconsciente de culpa» a la tensión que puede darse entre el yo y el superyó en el sujeto debido a que aquél "puede volverse duro, cruel, despiadado hacia el yo a quien tutela. De este modo, el imperativo categórico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipo"[3] , ya que dicha instancia psíquica surge, según sus teorías, de la desexualización de este complejo en el que en virtud del masoquismo primario el sujeto se hace castigar por un poder parental. Luego, el mismo puede ser revivido mediante el proceso de regresión que torna fallida su superación.

Sadismo y masoquismo eliminados del Manual diagnóstico y estadístico de lo trastornos mentales

Sadismo y masoquismo quedaron atrapados durante más de un siglo como "enfermedades mentales" potencialmente peligrosas. No se establecía una distinción clara entre el asesino sádico y el practicante de sadomasoquismo consensuado. Fueron considerados locos y posibles criminales hasta 1994, cuando un siglo de progreso científico borró finalmente el sadismo y el masoquismo del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV).

Ni pervertidos ni psicópatas: la normalización

Con la publicación del DSM-IV, los agresores y asesinos sexuales quedaron categorizados en los trastornos que causan sus actos (normalmente, alguna forma de trastorno antisocial de la personalidad), mientras que los practicantes del sadomasoquismo pudieron reivindicarse como personas con una afectividad diferente.

En 1954 la publicación de Historia de O, escrita por Pauline Réage, desató una sensación. Historia de O es un relato de sumisión femenina total con una fuerte carga sadomasoquista, análoga a la esclavitud. Muchísimos lectores y lectoras se sintieron profundamente identificados con tales personajes.

A partir de los años 1950, algunos veteranos norteamericanos de la II Guerra Mundial, unidos por su condición homosexual, venían estableciendo en California y Nueva York la llamada subcultura del cuero, estrechamente vinculada con el BDSM: la Vieja Guardia. Se trataba de una estructura muy rígida, exclusivamente gay, pero que tuvo la virtud de iniciar el reconocimiento y normalización de las actividades sadomasoquistas. Durante las décadas siguientes, la erótica del cuero y sus implicaciones trascendió a lesbianas y heterosexuales, y finalmente a la cultura popular: una Nueva Guardia que desplazó a la antigua. Pese al horror de los conservadores religiosos, por un lado, y de las feministas por el otro, hoy en día ya no son raros los iconos sexuales de cuero, fuerza y látigos.

No obstante, esta popularización trajo nuevas confusiones. Por ejemplo, bajo el mismo paraguas BDSM coexisten personas que simplemente son fetichistas de los pies, del cuero o de los tacones altos, por un lado, y los sádicos o masoquistas de alto nivel, por el otro, y unos y otros con amantes de los juegos sexuales alternativos. Esta mezcla es, por lo general, enriquecedora, pero causa constantes conflictos sobre la naturaleza del BDSM, los límites aceptables, la aceptación de los switchs (más frecuentes entre sadomasoquistas) y el tipo de relación que cada persona desea.

Demografía del sadomasoquismo

No existen datos fiables sobre la prevalencia del comportamiento sadomasoquista en el conjunto de la sociedad. Se han realizado diversas encuestas y estadísticas con universos limitados y dudas sobre la metodología y sinceridad de los encuestados. En general, se considera que entre el 10% y el 20% de la población demuestra interés habitual en las prácticas BDSM y entre un 2% y un 4%, en el sadomasoquismo. Hasta un 20% podría haber practicado BDSM alguna vez.

En España, los datos de una encuesta de 1999 afirman que un 23% de los hombres y un 19% de las mujeres admite haber realizado algún tipo de práctica BDSM, mientras que un 33 y un 45%, respectivamente, tenían fantasías BDSM. Entre quienes lo practicaban, un 65% desarrollaban relaciones de tipo dominación - sumisión (D/s), mientras que un 17 % se reconocían como practicantes del sadomasoquismo. En cuanto a los roles, un 32% de los varones y un 11% de las mujeres que practicaban BDSM y escogieron un rol en la encuesta, se consideraban prefentemente dominantes, mientras que un 33% de los hombres y un 72% de las mujeres reconocían tendencias fundamentalmente sumisas. Un 23 % y un 9 %, respectivamente, afirmaban sentirse switch.


fuente: Pegame que me gusta, de la Lic. Hilda Mazzochi.

viernes, 30 de enero de 2009

El Licenciado Rodolfo Rodriguez Suarez, toda una eminencia en una cuestión muy candente: la parafilia



Una parafilia (del griego παρά, pará: ‘al margen de’, y φιλία, filía:amor’) es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. Las parafilias se consideran inocuas salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso o dañino para cualquiera de las personas involucradas en el acto sexual.

Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas (siempre que la actividad del sujeto no se limite únicamente a ellas). Por ello resulta imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias.

Las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo y el frotismo.

En cuanto al origen de las parafilias, no se ha podido demostrar la existencia de ninguna alteración orgánica o psicológica que las explique.

Los tratamientos para este grupo de comportamientos —tanto conductuales como psicoanalíticos— han demostrado escasa eficacia.[cita requerida]

Las parafilias son diez veces más frecuentes en varones que en mujeres.[cita requerida]

Algunas parafilias

Parafilias
Nombre ↓ Grupo ↓ Descripción ↓
Abasiofilia Preferencia por personas Excitación sexual por personas minusválidas.
Acrofilia Preferencia por personas Excitación por parejas sexuales muy altas.
Agonophilia Prácticas sexuales Excitación proveniente de una lucha con la pareja.
Agrexofilia Exhibicionismo Excitación producida por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas.
Algofilia Masoquismo Excitación producida por el dolor. Se diferencia del masoquismo por la ausencia del componente erótico.
Agorafilia Exhibicionismo Atracción por la actividad sexual en lugares públicos.
Aloerastia Voyeurismo Excitación de la pareja mediante la desnudez de un tercero.
Alopelia Voyeurismo Excitación al ver a otros teniendo una relación sexual.
Alorgasmia Fantasías Excitación proveniente de fantasear durante el acto sexual con otra persona que no sea la pareja.
Altocalcifilia Fetichismo Atracción por los zapatos de tacones altos.
Amokoscisia Sadismo Excitación por el deseo de castigar a la pareja sexual.
Amomaxia Exhibicionismo Excitación sólo al realizar una relación sexual dentro de un automóvil estacionado.
Androginofilia Preferencia por personas Atracción sexual por personas andróginas.
Androidismo Fetichismo Atracción por muñecos o robots con aspecto humano.
Andromimetofilia Preferencia por personas Atracción sólo por las mujeres vestidas de hombres. Una mujer representa y se comporta sexualmente como hombre y el hombre adopta el rol de la mujer. En la penetración anal el sujeto pasivo será el hombre y el activo, la mujer (andromimetofilia y ginemimetofilia)
Anisonogamia Preferencia por personas Atracción por una pareja sexual mucho más joven o mucho mayor.
Astenolagnia Sadismo Atracción por la humildad, la humillación o la debilidad sexual ajena.
Asfixiofilia (estrangulación erótica) Sadismo Atracción por estrangular, asfixiar o ahogar a la pareja durante el acto sexual, con su consentimiento y sin llegar a matarla.
Audiolagnia Excitaciones lingüísticas El estímulo principal proviene de la audición.
Autagonistofilia Exhibicionismo Atracción por ser visto por otras personas durante el acto sexual.
Autopederastia Masturbación Aquellos hombres que encuentran placer insertando su pene en su propio ano.
Basoexia Excitaciones Excitación sólo producida por los besos.
Belonefilia Sadismo Excitación producida por el uso de agujas.
Bestialismo Bestialismo Acto sexual que involucra animales.
Blastolagnia Preferencia por personas Atracción por mujeres muy jóvenes.
Bukkake Prácticas sexuales Excitación sexual sólo al recibir eyaculaciones encima, generalmente en la cara.
Candalagnia o candaulismo Voyeurismo Excitación sexual al ver a la pareja copulando con otra persona..
Catafilia Sadismo La excitación sexual se produce sólo cuando el hombre se somete a su pareja.
Cinofilia Bestialismo Excitación al tener relaciones sexuales con perros.
Ciprieunia Preferencia por personas Excitación sólo con prostitutas.
Clastomanía
Excitación al romperle a la pareja la ropa que lleve puesta.
Clismafilia Prácticas sexuales Placer sexual obtenido al inyectar líquido en la cavidad anal, esta práctica incluye el uso de enemas.
Coprolalia Excitaciones lingüísticas Estimulación sexual mediante el uso de palabras soeces.
Cratolagnia
Excitación provocada por la fuerza de la pareja.
Crurofilia Partes del cuerpo Atracción sexual por las piernas.
Dogging Exhibicionismo Excitación sexual al ser observado practicando sexo en un lugar público, o bien mirar a otros mientras lo hacen. Suele hacerse en coches y aparcamientos.
Electrofilia (electrocutofilia) Sadismo La excitación sólo se produce al usar choques eléctricos.
Fetichismo Fetichismo Intensas fantasías y deseos a partir del uso de objetos o partes del cuerpo que son el centro de su atención.
Formicofilia Bestialismo Excitación sexual al reptar hormigas (también otros insectos —caracoles, gusanos— o animales pequeños) sobre los genitales.
Fratrilagnia Preferencia por personas Atracción por las relaciones sexuales incestuosas (fratri: ‘hermano’).
Frotismo (froteurismo) Fetichismo Excitación sexual sólo al refregar los genitales contra personas desconocidas.
Gimnofilia o nudomanía Excitaciones visuales Excitación por la desnudez.
Graofilia Preferencia por personas Atracción sexual de una persona joven por mujeres maduras.
Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia Excitaciones visuales Excitación sólo ante fotos o cuadros eróticos.
Hifefilia Fetichismo Excitación por la posesión de algún objeto ajeno, ropa, cabellos, piel, etc.
Hipnofilia Voyeurismo Excitación al contemplar personas dormidas.
Hirsutofilia Partes del cuerpo Atracción por el vello.
Ipsofilia Preferencia por personas Excitación sólo por uno mismo. No es lo mismo que masturbación donde el objeto sexual puede ser una persona presente una fotografía o una fantasía.
Lactafilia Partes del cuerpo Excitación por los pechos en periodo de amantamiento.
Lygofilia Preferencias Atracción por lugares oscuros o lúgubres.
Masoquismo (duololagnia) Masoquismo Placer ligado a la propia humillación o sufrimiento físico (cachetadas, latigazos, pellizcos) o moral (humillación). Se diferencia de la algomanía por la presencia del componente erótico.
Menstruofilia o menofilia
Atracción sexual por mujeres menstruantes.
Misofilia Fetichismo Atracción sexual por la ropa sucia.
Mobicofilia
Excitación producida al abrir o cerrar cajones, armarios etc.
Nafefilia
Excitación por tocar o ser tocado.
Necrofilia Fetichismo Atracción sexual por los cadáveres.
Pedofilia Preferencia por personas Atracción hacia personas menores de edad.
Podofilia o podolatria Fetichismo Excitación por pies humanos. Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. La excitación se produce al acariciar, besar, chupar, lamer, oler, tocar o ver los pies de otra persona.
Psicrofilia Excitaciones Excitación debida al frío o a ver a personas con frío.
Pubefilia o ginelofilia Partes del cuerpo Excitación producida al contemplar vello púbico.
Retifismo Fetichismo Fetiche por los zapatos.
Sadismo Sadismo Experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la pareja. Se diferencia de la algolagnia por la presencia del componente erótico.
Somnofilia Prácticas sexuales Tener relaciones sexuales con una persona desconocida dormida.
Tricofilia Partes del cuerpo Excitación por el cabello humano. Deriva en varias parafilias según color, cantidad, largura del cabello, estilo, peinados determinados... Masturbación utilizando el cabello de otra persona. Excitación por ver el acicalamiento del cabello (peinado, corte, etc.)
Urofilia (urolagnia, ondinismo)
Excitación exclusivamente con el uso de la orina durante en la práctica sexual (lluvia dorada).
Vampirismo Masoquismo Excitación sexual proveniente de la extracción de sangre.
Zoofilia Bestialismo Atracción sexual hacia animales.


fuente: "La parafilia: un problema de todos", del Licenciado Rodolfo Rodriguez Suárez, EUDEBA, 1970.

jueves, 29 de enero de 2009

Un caso interesantísimo para la Psicología Forense: Yiya Murano y sus masitas envenenadas




Yiya Murano

María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano más conocida como Yiya Murano (La envenenadora de Monserrat). (20 de mayo de 1930 - Corrientes, Argentina). Es una mujer tristemente conocida en Argentina por haber cometido tres homicidios, siendo declarada culpable el 28 de junio de 1985. Este es uno de los casos policiales más famosos de la Argentina.

La historia de esta enigmática mujer, esposa de un abogado e hija de militares, empezó el 24 de marzo de 1979 cuando Zulema de Venturini moría en la escalera del edificio de la calle Hipólito Yrigoyen donde vivía. Los médicos diagnosticaron paro cardíaco. Las hijas de Zulema se percataron de que entre las pertenencias de su Madre, faltaba un pagaré por un valor de 20 millones de los entonces pesos ley. El portero del edificio dijo que mientras la Sra. de Venturini agonizaba en el interior del edificio, una mujer había llegado a visitarla con un misterioso paquete en mano (que luego se descubriría que eran masas, una especie de galletas dulces, muy común en Argentina), había entrado en la vivienda de la mujer y salió raudamente con un papel en la mano y con un frasco en otra. Era Yiya Murano, la deudora de ese pagaré.

Se realizó una nueva autopsia. Los peritos descubrieron cianuro en el cadáver, los investigadores relacionaron el veneno con el supuesto frasco mencionado por el encargado. Se supo que Nilda Gamba, vecina de Yiya, murió el 10 de febrero. A pocos días un infarto mata a otra amiga de Yiya, Lelia Formisano de Ayala. A ambas mujeres, Murano les debía dinero y ambos cuerpos presentaban signos de haber sido envenenados con cianuro. El cianuro, era camuflado dentro de las masas.

El 27 de abril de 1979 la Policía detuvo a la señora Murano en su hogar, en la calle México. En 1980, fue encontrada desmayada en el penal donde estaba presa (Ezeiza); luego de eso, se le extirpó un tumor. En el mes de junio de 1982 el juez de Sentencia Angel Mercardo la absolvió de todos los cargos y la deja en libertad.

A mediados de 1985, en pleno juicio por los ex dictadores, Yiya había sido casi olvidada. Hasta que fue condenada. Ella insistía en que era inocente: Nunca invité a nadie a comer, fueron sus palabras.

Por reducción de la condena y la famosa ley del 2x1, salió de prisión después de 10 años. Se supo que a los jueces que intervinieron en su puesta en libertad les había enviado, como señal de agradecimiento, una caja de bombones.[1] No se sabe si alguien los probó. Su marido había muerto; su hijo, Martín, escribió un libro difamandola. En el año 1998 se sacó una espina, la de declararse inocente delante de una buena parte de la población en uno de los almuerzos del programa de TV de Mirtha Legrand.

A Yiya se la recuerda con una especie de cariño y es motivo de bromas en determinadas conversaciones. Es el caso de homicidio que más ha llamado la atención en Argentina.

En el año 2006, el programa de televisión de Canal 13 Mujeres Asesinas, rindió una especie de homenaje al epidosio, recreandolo en la serie, siendo Yiya interpretada por la actriz Nacha Guevara. Al final del epidosio, se ve a la verdadera Señora Murano añadiendo un comentario al respecto y defendiendo su supuesta inocencia, brindando pruebas a su favor.

En 2008 nuevamente volvió una denuncia contra Yiya, esta vez denunciada por su sobrina, quien dice que su tia la quiso envenenar con fideos con manteca, a los que les habría puesto veneno según denuncia su sobrina. Esto no se pudo comprobar. En ese mismo año, fue invitada al programa de Mirtha Legrand a almorzar teniendo mucha repercusión, ya que como obsequió Yiya le dio un paquete de masitas a Mirtha frente a las cámaras. Luego de dudarlo durante todo el programa, finalmente Mirtha Legrand probó una de ellas y no le sucedió nada.

Durante los últimos años vivió en el barrio porteño de La Boca, actualmente se encuentra en una residencia geriátrica para ancianos y a veces da entrevistas para la televisión cuando se hacen especiales recordando su caso.


fuente: wikineura.org

miércoles, 28 de enero de 2009

LXIV Simposio de Psicoanálisis



Aquí me pueden observar, sonriente, luego de haber presentado mi ponencia "Las implicaciones sociales del dimorfismo sexual en la especie humana".
Realmente fue un éxito. Me sentí muy motivada por mi público.

Síndrome de Tourette



El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico heredado que cursa con movimientos y sonidos vocales (fónicos) involuntarios y repetidos. En algunos casos, tales movimientos y sonidos vocales involuntarios incluyen palabras y frases inapropiadas.

El trastorno lleva el nombre del médico Georges Gilles de la Tourette, el neurólogo pionero francés quien en 1885 publicó un resumen de nueve casos de personas con reflejos involuntarios. Otro médico francés, Jean Marc Gaspard Itard, describió en 1825, por primera vez, a una mujer noble francesa de 86 años de edad con la enfermedad (la marquesa de Dampierre).

Por lo general, los síntomas de ST se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad. El ST puede afectar a personas de cualquier grupo étnico: los hombres están afectados 3 o 4 veces más que las mujeres.

El curso natural de ST varía entre pacientes. A pesar de que los síntomas de ST varían desde leves hasta muy severos en la mayoría de los casos son moderados.

Causas

Aunque la causa fundamental del ST es desconocida, la investigación actual sugiere que hay una anormalidad en los genes afectando el metabolismo de los transmisores cerebrales como dopamina, serotonina, y noradrenalina. Los neurotransmisores son productos químicos en el cerebro que llevan las señales de una célula nerviosa a la otra.

Trastornos asociados

No todas las personas con ST tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales como el trastorno obsesivo-compulsivo, en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención, en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética, y problemas perceptuales; o trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.

La amplia variedad de síntomas que pueden acompañar los tics puede causar más limitaciones que los tics mismos. Los pacientes, familias y médicos necesitan determinar que síntomas causan más limitaciones de manera tal que se elijan los medicamentos y terapias más apropiadas.

Diagnóstico

Por lo general, el ST se diagnostica observando los síntomas y evaluando el historial familiar. En la diagnosis del ST, los tics motores y fónicos deben estar presentes por lo menos un año. Se pueden usar estudios de neuroimágenes, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y escáneres electroencefalográficos (EEG), o distintas pruebas de sangre para excluir otras condiciones que se puedan confundir con ST. Sin embargo, la diagnosis del ST es clínica. No hay pruebas de sangre u otras pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar el trastorno.

Muchos estudios muestran que la diagnosis correcta del ST se demora con frecuencia aun después del comienzo de los síntomas porque muchos médicos no están familiarizados con el trastorno. Los síntomas de conducta y los tics se interpretan mal fácilmente causando que niños con ST sean malentendidos en la escuela, en casa y aun en la consulta con el médico. Los padres de familia, los parientes y las amistades no familiarizados con la enfermedad pueden atribuir los tics u otros síntomas a un problema psicológico, aumentando así el aislamiento de quienes tienen el trastorno. El hecho de que los tics pueden aumentar y disminuir en severidad y también se pueden suprimir, causa que a menudo éstos estén ausentes durante las visitas al médico lo cual complica el hacer la diagnosis.

En muchos casos los padres, los parientes, las amistades o los pacientes mismos conocen del trastorno a través de información que escucharon o leyeron en los medios de comunicación popular.

Tratamiento

Por el hecho de que los síntomas no limitan a la mayoría de los pacientes y su desarrollo procede normalmente, la mayoría de las personas con ST no requieren medicamentos. No obstante, hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes cuando los síntomas interfieren con las tareas cotidianas.

No existe un sólo medicamento útil para toda persona con ST. Asimismo, no hay un medicamento que elimine todos los síntomas y todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Además, los medicamentos disponibles para el ST solamente pueden reducir síntomas específicos.

Algunos pacientes que necesitan medicamentos para reducir la frecuencia e intensidad de los tics pueden ser tratados con fármacos neurolépticos como haloperidol y pimocida. Se administran estos fármacos usualmente en dósis muy pequeñas las cuales se aumentan lentamente hasta que se logra el mejor equilibrio posible entre los síntomas y los efectos secundarios.

El uso de fármacos neurolépticos a largo plazo pueden causar un trastorno de movimiento involuntario que se llama discinesia tardía. Sin embargo, esta enfermedad usualmente desaparece al dejar de tomar el medicamento. Los efectos secundarios a corto plazo de haloperidol y pimocida incluyen rigidez muscular, babeo, temblores, falta de expresión facial, movimiento lento y desasosiego. Estos efectos secundarios pueden reducirse mediante fármacos usados comúnmente para tratar la enfermedad de Parkinson. Otros efectos secundarios como fatiga, depresión, ansiedad, aumento de peso y dificultad en pensar claramente pueden ser más molestos.

La clonidina, un fármaco antihipertensivo, también se usa para tratar los tics. Los efectos secundarios comunes asociados con el uso de clonidina son fatiga, resequedad bucal, irritabilidad, mareos, dolores de cabeza e insomnio. Flufenacina y clonazepam pueden recetarse para ayudar a controlar los síntomas de los tics.

También hay medicamentos disponibles para tratar algunos de los trastornos asociados con el ST. Estimulantes tales como metilfenidato, pemolina y dextroanfetamina, usualmente recetados para el trastorno de déficit de la atención, son algo efectivos pero su uso es controvertido porque se ha reportado que éstos aumentan los tics. Para las conductas obsesivo-compulsivas que significativamente interfieren con el funcionamiento cotidiano se puede recetar fluoxetina, clomipramina, sertralina y paroxetina.

Otros tipos de terapia pueden ser útiles. A pesar de que los problemas psicológicos no causan el ST, la psicoterapia puede ayudar a la persona a manejar no sólo el trastorno sino también los problemas sociales y emocionales que ocurren a veces.

Como dato uno de los medicamentos para el tourette que cura también el TDA (deficit de falta de atención) es la Strattera (Atomoxetina)

Factor hereditario

La evidencia de investigaciones genéticas sugieren que el ST es hereditario de modo dominante y que el gen (o los genes) involucrado puede causar un rango variable de síntomas en los distintos miembros de la familia. Una persona con ST tiene una probabilidad del 50% de pasarle a uno de sus hijos el gen o los genes. Sin embargo, esta predisposición genética no resulta necesariamente en el síndrome en pleno. En vez, el síndrome se expresa en un trastorno más leve de tics, en conducta obsesivo-compulsiva o en el trastorno déficit de la atención con pocos o ningún tic. Es posible también que la prole que lleva el gen no desarrolle ningún síntoma del ST. En las familias de los individuos con ST se ha encontrado una incidencia más alta que lo normal de trastornos de tics leves y de conductas obsesivo-compulsivas.

El género desempeña un papel de importancia en la expresión genética de ST. Si la prole de un paciente con ST que lleva el gen es varón el riesgo de desarrollar los síntomas es de 3 a 4 veces más alto. Sin embargo, la mayoría de las personas que heredan los genes no desarrollan síntomas lo suficientemente severos para justificar tratamiento médico. En algunos casos no se puede establecer herencia. Estos casos son llamados esporádicos y su causa es desconocida.

Pronóstico

No hay cura para el ST. Sin embargo, muchos pacientes mejoran a medida que maduran. Los individuos con ST no ven reducida su esperanza de vida. A pesar de que el trastorno es crónico y perdura por toda la vida, no es una enfermedad degenerativa. El ST no menoscaba la inteligencia. Los tics tienden a disminuir según avanza la edad del paciente, permitiendo a algunos pacientes a abandonar el uso de medicamentos. En algunos casos, una remisión completa ocurre después de la adolescencia. Según algunos estudios, se comprobó que los individuos con ST suelen tener cocientes intelectuales o CI altos..[cita requerida]

Casos interesantes

Diversas personalidades han tenido o tienen ST. Samuel Johnson, escritor inglés. Wolfgang Amadeus Mozart, compositor austríaco. Napoleón Bonaparte, militar y emperador de Francia. Pedro el Grande, zar de Rusia. Molière, dramaturgo francés. Hans Christian Andersen, escritor danés. André Malraux, escritor francés. Howard Hughes, ingeniero, aviador y productor de cine estadounidense. Rodney Marks, astrofísico australiano. Brad Cohen, profesor y escritor estadounidense. Escribió "Front of the class: how Tourette syndrome made me the teacher I never had". Tim Howard, portero de fútbol estadounidense, del Manchester United. Quim Monzó, escritor español. Mahmoud Abdul-Rauf, jugador de baloncesto estadounidense. Tobias Picker, compositor estadounidense y Basshunter, cantante y dj sueco.

En 1974 la Televisión Nacional de Chile trató de hacer una entrevista a un niño con este síndrome, pero debido al lenguaje coprolálico de éste, jamás fue publicado hasta que se masificó por internet en 2004. El individuo del caso Super Taldo fue entrevistado por la televisión cuando ya estaba casi superado.

Curiosidades

El protagonista de la novela Huérfanos de Brooklyn de Jonathan Lethem és un detective con Tourette. En el disco In Utero de Nirvana hay una canción con el nombre de este transtorno: tourette's; así, en minúscula. En el disco Gold Against the Soul de Manic Street Preachers aparece una canción titulada Symphony Of Tourette. En el videojuego Sam & Max Season Two, el personaje Timmy Two-Teeth sufre ST. En la serie de dibujos animados South Park, el capítulo 1108 está dedicado a este síndrome. En la película de Mark Mylod Un golpe de suerte (The big white) la actriz Holly Hunter interpreta a Margaret Barnell, que tiene ST. También Michael J. Fox ha interpretado un personaje con ST en la serie de televisión Scrubs.



fuente: wikineura.org